La huida II
Me serví un Fernet, encendí un cigarrillo y decidí llamar a Stein, uno que tiene una tienda donde vende de todo un poco y que […]
Artículos de Marcelo Wio
La huida I
“Nos convertimos en esfinges, aunque falsas, hasta el punto de no saber ya quiénes somos. Porque, por lo demás, lo que somos es esfinges falsas […]
Las fabulaciones de Osvaldo
Una figura sin forma. Una sombra. Una intuición. Una intención. Una adivinación apresurada de un paseante desinteresado. Allí, parada en un portal como tantos. Todo […]
Logomaquias de café
De escasa personalidad (la verdad sea dicha, nula), sólo era una silueta, una sombra, una proyección, un mero suspiro sin aliento. Un figurante en su […]
Las desesperaciones
Publicado originalmente en Ni más ni menos Allí sentados, parecían dos agentes secretos venidos a menos (o, más probablemente, dos que siempre habían habitado las […]
Villa General Retirada
Los fundadores habían decidido, desde un principio, erigir las bases del pueblo (las sociales, las edilicias y cualquier otra base pertinente) según un nuevo entramado […]
Mutatis mutandi
Tecleó el punto final con alivio. Cada vez más le costaba terminar los cuentos: una suerte de impaciencia por acabarlos – en la mente ya […]
XV (Una noche larga)
Íbamos del brazo, un rumor de inmortales nos arrastrabaconducía: Discepolo, Girondo, Huidobro, Manzi, Vincent, Chagall y sus tres velas. Surgían de cada baldosa: susurros, siseos […]
XIV (Una noche larga)
Fue Irineo el que tiró una foto y unas angustias en la Dársena Sur y posteriormente fue a un bolichón de la calle Brandsen elegido […]
Trozos de noche
destejen las sombras absolutas los árboles desnochan el territorio envolviendo los trapos oscuros entre sus brazos mientras componen hilachas de negrura espesura reflejada sobre el […]
Carol: elogio de la belleza
A ritmo lento de jazz, inalterable, que va diciéndose a sí mismo mientras formula un lenguaje nuevo, a la vez que enmascara la urgencia latente, […]
Tratado atroz
El de las 357 va a la deriva, dijo Lautaro Zochi, el botones, apoyándose en el mármol del mostrador de recepción. Siempre había uno como […]
La sensatez de Elpidio
Originalmente publicado en Ni más ni menos De tanto en tanto pasa un coche y los mocosos se hacen un lado, con fastido y parsimonia […]