campo
Las horas de Ernestina
Flamean, los pastos lacios, con cualquier impulso que le cruce la cara al campo: tontamente ondulando un lenguaje sin oportunidad. Ernestina desteje una bufanda que […]
Entre la nada y el nombre
Todos querían esa culpa. Aunque, podía sólo ser considerada como tal, por quien no tuviera el ojo sapiente de ver las cosas del pueblo: las […]
Apariencias
Podía palparse la densidad siniestra de las miradas reunidas en el bar Recoveco. Había una discreción que no era otra cosa que tristeza – un […]