Lleva tus pasos en las huellas; no te salgas de sus lenguas, de sus mistificaciones. No mires a través de los ventanales llovidos que producen miopía, o duda. No abraces sin amor; y entonces, hazlo sólo en la despedida. No comas en las reuniones, aprovecha para asquearte de la gente. Nunca lleves bufanda que contagia las palabras de quien la tejió. © Marcelo Wio
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