Dormir las vigilias de ansiedades: de pie, a las 15.47 en la esquina de Unter den Linden y Glikastrasse.
De noche, deambular, dormido, por el costado del Spree, para evitar ser despertado por ciertas tranquilidades hidrófobas: fraudes y engaños que incrementan los desasosiegos y el desvelo y promueven las deportaciones de recuerdos.
Si tan sólo pudiera despertar para dormir de veras… Aunque sólo fuese unos minutos inquietos en el banco del Volkspark Friedrichshain, el que aún tiene tu calor. Para soñarte, sin alambres ni piel de páramo. Y creer que este sueño es el verdadero.
© Marcelo Wio
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