
I.
Cambia.
Pero igual. Ni siquiera, apenas
se desdobla. Para engendrar
una identidad que duplica
su mensaje: insistencia.
Y ni así
conforma siquiera
el molde
de una personalidad,
existencia.
II.
Tac.
Y se detuvo. Nunca antes
había presenciado
ese momento
rotundo
de detención,
de agotamiento. Después, todo
blanco. Nada.
III.
Y en el infierno me encontré
repetido
en cada arrepentimiento.
© Marcelo Wio
Dejar una contestacion