Las palabras eran insuficientes para abarcar la extensión del desacuerdo entre Araoz y Saldívar – sobre todo, porque las razones del mismo habían sido sepultadas por capas sedimentadas de sucesivos recelos e inquinas.
Así, pues, se hablaron a sopapos en la esquina de Papini y Bierce.
© Marcelo Wio
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