Ha cambiado la faz de tus palabras. Crees decir lo habitual, pero su orografía es otra: el receptor decodifica otras formas, otras geografías. Acaso se deba a una alteración hidrográfica a nivel de la cuenca salival; tal vez a un desquicio de las fallas de los continentes laríngeos. Vete a saber qué geologías vocales (o volitivas) andan conjurándose.
© Marcelo Wio
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