Dicen que uno no sabe, o no llega a conocer y saber de manera consciente o, más bien, cabal, hasta tanto aquello que se aprehende es definitivo ( es decir, cuando la acción, por decirlo de una manera, ya ha concluído, y sólo quedan las consecuencias o evidencias del suceso). Por eso, Idelfonso Pastorinni no supo que su mujer no lo soportaba, hasta la mañana en que se levantó para encontrar su ausencia (irrevocable y absoluta: ropa, objetos queridos, fotos; hasta el aroma) sin anuncio ni otra explicación que el hecho mismo de su partida.
© Marcelo Wio
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