Piel de ciencia

Han sido, tus intimidades, territorio de observaciones y evaluaciones. El cartógrafo Emil Sebastian trazó el contorno de tu continentalidad: profunda agrimensura de los instantes de tu piel contra la mañana o esa zona donde se repliegan las osadías. Leopold Humboldt, óptico y ceramista, calibró tu presencia en el momento exacto en que sales del amor, revuelta y extenuada, para que Marie Germain midiera extrínsecamente las curvaturas que despegas durante el acontecimiento: con el fin deslujuriado conocer el número de células ajenas que un cuerpo puede consentir transitoriamente en tales lances. Podría aventurar que conozco tu cuerpo. Mas apenas entreveo el trazo esquivo de una función compleja. De un adiós tajante.

 

© Marcelo Wio

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